¿Lo feminista es competencia?.. Mi perspectiva (parte 5)

Pues bien… Continuo en esta sumergida del curso #MujeresEnLaIglesia que si me conoces o haz seguido mis publicaciones ya te habrás dado cuenta que un tema, lo trato de orientar para que sin importar tu postura puedas adaptarlo a tu vida.

Como lo hago cuando integro el nueromarketing a la relación de la pareja; pues bien, así pretendo hacerlo con esta reflexión, que si bien es desde el contexto de la Iglesia Católica puedas tú adaptarlo a tu vida cotidiana…

AsÍ que déjame contarte un poco del contexto… A veces queremos dar y fijar posturas sin antes ir a la fuente y verificar lo que las palabras significan, a veces damos definiciones sin ir a la etimología, como pasa con la palabra recordar por ejemplo.

¿Cuántas veces pedimos a los demás recordar algo? Cuántas veces utilizamos esta palabra sin ni siquiera saber su origen y pensamos que el proceso del recuerdo se da en la memoria de la mente, sin embargo si nos transportamos al origen, recordar es en si “volver a pasar por el corazón“ ¿lo sabias?

Pues bien así suele suceder cuando nos vemos sumergidas en definiciones y se nos mezclan con nuestras creencias y le añadimos ideología.

Si bien lo he expuesto varías veces, muy alejada estoy de un estudio teológico, me gusta reflexionar y esto me ayuda a interiorizar sobre lo que si quiero en mi vida, independientemente de las tantas teorías y abanico de posibilidades que hoy se ofrecen.

En el curso, #MujeresEnLaIglesia, esta ves las reflexiones son a partir de lo que de manera personal comprendo o he profundizado sobre la cristología feminista donde se exponen roles, características e identidades.

Interesante es cuando hay que definir desde una perspectiva profunda la diferencia entre roles, identidad y esencia de los aspectos femeninos.

Habría primero que establecer la diferencia entre esas tres partes para entonces colocarlo dentro de una teología. Por ejemplo la ternura no es un rol que ejerce una mujer o un varón, sino parte de la identidad y esencia y la expresamos desde la parte femenina o masculina, es quizá la pregunta de ¿es imagen y semejanza de nuestro Padre y de Cristo? Lo que podríamos hacernos para comenzar a elegir dónde colocarlo si es un rol (establecido por el hombre) o es esencia y de ahí partir si es un planteamiento teológico o solo ideológico.

Si bien Jesus es liberador, no solo lo es de las mujeres sino del amor que se expresa a través de cada persona, mujer o varón, y caer en dejarlo como Jesus “el primer feminista“ es introducir una competencia ahora “del otro lado” donde surge una superioridad de la mujer por encima del varón, acción que no es en sí sanadora y mucho menos liberadora.

Si bien la historia nos ha marcado una interpretación patriarcal o visión masculinizada, de los Evangelios, de textos y teorías; el complementarla con la visión femenina la embellecería y desde ésta postura de comunión comenzar a comprender la visión y postura de semejante a Dios que Jesús vino a transmitir al encarnarse, la postura salvífica de Dios.

Entonces surge nuevamente la pregunta ¿estamos dispuestos, mujeres y varones, a ser verdaderos complementos para contribuir a ser libres o lo que se persigue es anteponerse para ser reconocidas?

¿Ves las semejanzas que nos llevan a nuestro día a día sin importar tus creencias religiosas?

Si bien la mujer en la historia se ha desarrollado en un entorno masculinizado, no por ello ahora debe buscar imponerse de tal forma que sobresalga o anteponga su crecimiento por encima del desarrollo y crecimiento de la humanidad, varón o mujer al final somos humanos con mentes y cuerpos distintos pero nos une un mismo ideal, un mismo interés… Vivir la vida que tenemos y nos fue dada desde la gratitud y en plenitud para así recordar cada una de nuestras fortalezas cómo vínculos perfectos a nuestra capacidad de honrar la Fuente Divina de dónde salimos y a la cual cada vez que logramos estar en comunión retornamos.

Mas sencillo… Cuando encontramos cómo varón y mujer que podemos vivir como complementos dejamos fuera las competencias y comenzamos a compartir un amor que se expande en lugar de sentir y vivir en escasez, cosa que aún a muchos se nos escapa de la comprensión en diversas  ocasiones.

Es quizá el comenzar a sacudirnos las competencias e iniciar un descubrir y un aprendizaje sobre cómo y en que ser, varón y mujer complemento, es decir descubrir lo bueno en ti y en tu pareja que los haga ser únicos y en unión, como una pareja única, a un Plan más grande donde se unen para recordar lo que como Varón y Mujer han venido a dejar a esta Tierra y no precisamente como pareja pero si como uno que se une a la otra para transmitir una belleza integral donde ninguna persona se sienta excluida y pretenda por una exclusión, regresar a una competencia que nada bueno nos ha traído sino rivalidades que entorpecen el desarrollo y crecimiento desde el amor que dejó las huellas del caminar  de Jesús.

Es aquí donde surge nuevamente la pregunta ¿queremos querer ser y reconocernos como complemento?

Por hoy… que tengas un día lleno de “despertares”

como cada día lo es al amanecer.

Karla Maldonado C.

(Si te gustó o fue úti, compártelo)

Publicado por Karla Maldonado C

Creo en el amor, en la familia y me gusta ayudar a los demás. Soy hija, mujer, amiga, esposa y madre con mucho por hacer ;) y ser. Me apasiona aprender nuevas cosas, encontrar cada día el amor y vivir en plenitud. Sé que todos tenemos un corazón maravilloso y bondadoso que podemos elegir mostrar. Soy coach de la mujer y mediadora de la relación de pareja con maestría en consultoría familiar y no solo puedo sino quiero ayudarte a alcanzar los anhelos de tu corazón.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: