Te has dedicado por años a sacar adelante a tus hijos y tu relación de pareja depende de ti.
Estás agotada y no te sientes valorada por todo lo que haces.
¿Sabes algo? ¡Tienes razón!
Vivir para sacar adelante la vida de tus hijos y cargar con el peso de todas las obligaciones y responsabilidades que tienen hoy tú y tu pareja (si aún no ha huido) es agotador; vivir y atender a los demás suele llevarte a tener que hacer y hacer y seguir haciendo tantas acciones que probablemente lo que te pase por la mente es que quieras salir corriendo, desaparecer por un momento para demostrar que lo que haces tiene un valor ¿cierto?
Si, a mi también me pasó, también me dediqué por mucho tiempo a vivir la vida de mis hijos y de mi esposo, vivía para ellos.
Déjame te cuento que cuando mi hija iba a nacer, una amiga me regaló un vestido bellísimo para mi beba y traía una tarjeta que no le hice mucho caso, es más me sentí ofendida y creí que mi amiga no sabía que llevaba 10 años esperando a mi peque y que lo que importaba era esa pequeña que me había hecho mamá desde hacía ya 8 meses atrás y que pronto podría tenerla en mis brazos.
Aquella tarjeta decía: “el vestido hará que la belleza de tu pequeñita resalte aún más, solo no te olvides de ti”.
¿Qué crees? ¡Mi amiga fue una adivina y además me lo advirtió! ¿Será que lo había ya vivido?
Después de tener a mis hijos y atender a mi esposo, de tener la vida que soñamos años atrás, vivía aparentemente muy feliz y de pronto… ¡pum! Me encontré en un punto que vivía a través de la vida de mis hijos y de mi esposo, y ellos comenzaron a ser los culpables que no se daban cuenta de tooodddoooo lo que hacía por ellos, no me valoraban y ellos “no veían” cuanto hacía yo para su vida y además me decía a mi misma que tenia que hacer algo para que me valoraran.
¡Si! También surgió la idea de querer salir corriendo, de abandonar y soltar todo aquello o aquel que no estaba valorando todo lo que “yo” hacía por su vida, sin darme cuenta que estaba viviendo sus vidas… ¿Y la mía dónde la había dejado?
Vivía tanto para sus vidas que “sabía bien“ lo que era mejor para ellos, incluso me arreglaba, compraba maquillaje y me pintaba luces para que “me vieran” , todo mi tiempo lo dedicaba a ellos y entre más hacía menos agradecimiento y reconocimiento recibía y más ganas de querer dejar todo aunque fuera por un momento, mi alma pegaba de gritos por descansar 24 horas de todas las responsabilidades que cargaba ¿y cómo no? Si cargaba, controlaba y guiaba la vida de tres personas, vivía para ellos y no me daba cuenta que al vivir para mis hijos, para mi pareja y también porque no, para mi comunidad estaba dejando de vivir mi vida.
Me olvidé de la segunda parte del mensaje de aquella tarjeta del regalo…
“el vestido hará que la belleza de tu pequeñita resalte aún más, solo no te olvides de ti”.
Me olvidé, así fue, por hacer resaltar y pretender educar y cuidar a mis hijos y mi relación de pareja, olvidé a quien protagonizaba esta historia, era mi sueño y olvidé incluirme en él, ¡Obvio! Que mi sentir era salir de ahí, pero no me daba cuenta que en realidad era una historia sin mi…
Si, también me fui pero no me daba cuenta que en realidad no era que me estuviera alejando de la vida de mi familia sino que me acercaba a mi vida para ahora si incluirlos a ellos…
Ellos vivían ya su vida y si me incluían, solo que yo no lo veía, hasta que elegí separarme de lo que no quería que era no sentirme respetada y apreciaba y todo comenzó a transformarse.
Cuando te cortas en el brazo lo que ves y sientes es la herida, que está en las primeras capas de la piel, más eso no significa que debajo de eso que duele exista una perfección en los músculos, tendones, hueso, venas y receptores sensoriales que hacen posible que tu brazo funcione y se mueva. Así sucede con ese corazón herido que ha recibido los golpes, desplantes y poco reconocimiento…
A veces puedes sentirte agotada, cansada de luchar, pensando que todo se pierde a tal grado que te puede llevar a querer incluso ausentarte, huir o abandornar todo cuanto has logrado, más eso no es un anhelo del corazón que sabe amar sino del herido.
Si te sientes así, que tu retirada sea solo para respirar, para encontrar la fortaleza para implementar nuevas posibilidades, para reencontrarte con los anhelos profundos de tu corazón que traspasa la capa de las heridas y se permite mostrar el amor con el que de hoy en adelante vas a emprender.
Una mujer que emprende con su corazón lleno desde dentro y no con lo externo… Un corazón de esperanza, de fortaleza y de amor que sabe que puede dar lo más bello de su esencia femenina para lograr y promover la unión con su complemento, el varón, es una mujer que aunque en algún momento se detiene, mueve sin moverse, es una mujer que ejerce cada cualidad de su corazón de reina.
Si, ese corazón que sabe aceptar sus responsabilidades dentro de un Proyecto más grande que el propio, que hace cumplir lo planeado y anhelado a través de cautivar los pensamientos bellos y la ternura; ese corazón que es líder hacia lo mejor para cada quien, que permite que quien le rodea crezca sin imponerse y permite ser, siendo.
Si vas a parar, si vas a retirarte que sea para promover un encuentro con tu corazón profundo, donde existen las gracias que te hacen no solo sentirte sino ser bendecida a tal punto que seas tú, a tu regreso, quien des las gracias por la presencia del entorno en tu vida.
¿Sabes de alguien que quiera desaparecer aunque sea por un momento?
Invítala a que tome un tiempo y vaya adentro, si adentro de su corazón para que traspase la barrera de ese corazón herido que tapa el amor que toda mujer hemos traído para dar y que está para que lo recibamos en cada momento, en cada instante pero que requiere del “si quiero darlo, recibirlo e incluirlo en mi vida”.
¿Qué hago ahora?
Cada día, tomo un tiempo para mi y me actualizo, ¡si! Voy adentro en mi corazón, traspaso el miedo que puede generar el corazón herido de las batallas del día anterior, y en el presente desde el si del amor, digo “si quiero“, es como traer mi futuro a mi presente y entonces vivo mi vida y la comparto con quienes elegí y elijo amar.
#coffeebreak antes del break #vitaminak para el #corazón en #personasconamor
#mujerbella con #inteligenciarelacional con un #corazonamante y un #corazonmediador y así #vibrarenamor con tu #corazondereina
De corazón a corazón,
Karla Maldonado C.
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