El momento que vivieron y las circunstancias que tuvieron que afrontar es doloroso y quiero que sepas que habemos muchas que hemos pasado por lo mismo y que después ese dolor disminuye y se transforma al saber que si lo abrazaste y ahora lo llevas contigo en lo profundo de tu corazón y no hay separación.
Y esto es para ti… Mujer que no tienes un hijo en tus brazos pero que lo llevaste algún día en lo más profundo de tu ser.
Hoy te escribo a ti…
A ti mujer que tanto deseabas o no la llegada de ese pequeño ser.
A ti mujer que aunque no te dio mucho tiempo para llegar a sentirse en movimientos físicos, si sentiste los de ese corazón que aunque le faltó fuerza para desarrollarse si lo hizo en la ilusión, en el amor.
A ti mujer mamá de tan preciado pequeño que estuvo en ti pocos días o meses.
A ti mujer, que has sentido la muerte dentro de ti y te dicen lo siento porque lo “perdiste“ sin percatarse que es más que una perdida y solo sonríes pensando ya pasará.
A ti mujer porque a pesar de no abrazarlo con tus brazos lo abrazaste por el tiempo que estuvo en la profundidad de tu cuerpo porque lo abrazaste y permitiste que creciera hasta donde le correspondía por su corta vida aquí.
A ti mujer que aunque en células estaba ese pequeñito no deja de ser tu hija(o) y fruto de la unión con un varón que trasciende hacia una vida nueva.
A ti mujer que sólo en tu corazón y sólo tú recuerdas a quien de ti iba a nacer y que por segundos, días o quizás por pocos meses te enseñó amar incondicionalmente.
A ti mujer que al llevar en tu seno a ese ser humano enalteciste la unión de un varón y una mujer capaz de trascender.
A ti mujer que no perdiste un bebé sino que tu hijo murió antes de qué pudieras abrazarlo con tus brazos; felicidades hoy y siempre por tu fortaleza y por tu entereza felicidades mamá por haber sido un ángel aquí en la tierra para que ese pequeñito incluso por segundos, estuviera aquí en la Tierra.
Y a ese dolor tan intenso que sientes en tu corazón, ponle una fecha de caducidad, dile a ese dolor, hasta hoy dejarás de doler y te transformarás en esa energía del amor que reflejó la creación de un nuevo ser, tu ser que avanza a pesar de las heridas para enaltecer a través de tu vida, la vida misma que te fue concedida a ti.
Es en ese ser que no llegó a tus brazos que conociste la capacidad que tienes de co-creación para la vida y que toda tu puedes darte y entregarte al amor que es capaz de abrazar incluso sin utilizar los brazos más si el corazón.
Un fuerte abrazo del corazón de una mamá a tu corazón de mamá.
Karla Maldonado Cabieses