Hoy no tengo que platicarte sobre lo que se siente estar en medio de una crisis, a nivel mundial la hemos vivido y ya cada uno podríamos dar muchos ejemplos de lo que es o significa estar en medio de una crisis.
Hoy en esta Tierra nos encontramos ante circunstancias que nadie hemos vivido, a veces se han tenido situaciones similares como en la gripe de principios de 1900, sin embargo hoy es otra situación, ya que las noticias corren muy rápido y es quizá uno de los momentos más delicados de todos los tiempos, hay crisis en todas las áreas de las comunidades y por ningún lado se escuchan verdaderas soluciones sino más bien puras especulaciones así que te propongo algo… ¡Concentrémonos en el PRESENTE!
Vivir recordando cómo vivíamos y lo que hacíamos, bajo las circunstancias sanitarias ya no es posible y vivir con nuestro enfoque en el futuro es menos alentador y no por no creer en las grandes oportunidades y maravillosas situaciones que podríamos vivir sino porque ni tú, ni yo, ni los mismos científicos o las estadísticas nos pueden llevar por certezas de pronosticar qué va a suceder, así que lo más cercano a nuestra realidad es vivir en nuestro presente.
¡Ah! Claro ahí está el monito inquieto que quiere tener la razón y que no le agrada que lo saquen de la jugada ¿qué cuál monito?
Ese que lleva tus pensamientos a dónde se le antoja y que te hace perder tu calma y tu paz, ese que te habla de todas las necesidades, de lo que te hace falta; ese más bien moustrilio que te dice y lleva a tu mente y corazón a sentir la escasez cuando en realidad te encuentras en un maravilloso momento.
¡Si! ¡Estamos en un momento digno de agradecer! Perooooooo moustrilio no quiere que lo veamos así y entonces nos lleva de viaje al pasado o al futuro, si a esos tiempos donde nos controla y dónde no podemos controlarlo por la insertidumbre que nos provoca estar en esos tiempos.
¡No tiene porque seguir así!
Déjame contarte algo, cuando identificas bien el tiempo que vives y que sentimientos hay ahí, la ansiedad y pre-ocupaciones disminuyen su intensidad, así que ubiquémonos en dónde y cómo estamos…
Estamos dentro de una emergencia sanitaria, la cual por más positiva y abundante sea tu vida también te provoca sentimientos de miedo, nostalgia, angustia, sensación de falta de libertad y quien sabe que más escasez ¿lo has sentido?
Yo si, y mira que tengo mi mirada y enfoque en todas las maravillas, bondades y bellezas qué hay en mi vida; sin embargo esa parte de escasez se permea en el ambiente y hay que estar muy pendiente de que la corriente no te jale, para que si te llega puedas retornar a tu río y retomes tu cause…
Bueno ya basta de tanto escribir y vayamos a lo práctico, ¿cómo lograr regresar a la abundancia de tu vida si te jala la corriente?
¡Con acciones de gratitud!
Así es, nadie podemos quejarnos y agradecer en el mismo momento, haces una u otra acción así que lo que lo va a hacer fácil es que ELIJAS LO QUE SI QUIERES.
¿Qué quieres ver, un mundo lleno de obscuridad o un mundo donde cada día tiene unas horas de luz y unas horas donde puedes ver la luz de las estrellas?
AsÍ de simple es y para comenzar a descubrir toda la abundancia que te rodea, te invito a hacer el siguiente reto, por 11 días te llevaré por situaciones y reflexiones que es muy probable que si existan en tu vida pero que la costumbre de tenerlo a tu alcance lo hacen ver ya no como una bendición y milagro hecho para ti sino que olvidas que están para que des gracias…
Bien vayamos a lo que aporta y es que comiences con el desarrollo de la gratitud en tu corazón así que date de alta haciendo click en la imagen y comienza la travesía de estos maravillosos y abundantes 11 días.
De corazón a corazón,
Karla Maldonado C.