El ser humano está en constante evolución, siempre está cambiando, esa es una realidad. Aunque hay personas que dicen que no les gustan los cambios y que ellos nunca cambian, es en realidad una suposición ya que hay aspectos o circunstancias que aunque a uno no le gusten los cambios, éstos suceden queramos o no.
Si el ser humano no se adapta y acepta el estadío o circunstancia que está viviendo provoca en el mismo una crisis, la cual está en sus manos dejarla pasar como crisis o afrontarla, aceptarla y superarla convirtiéndola en una oportunidad de mejorar.
Ante cualquier acontecimiento de tu vida existen dos camino que puedes elegir, un estado de victima donde te quedarás quejándote y buscando culpables ya sean personas, el mismo tiempo o en el peor de los casos culpando a Dios «que lo permite» o el camino de un estado asertivo, el camino de la acción donde nadie puede frenarte, donde puedes conseguir lo que te propongas, donde eres el protagonista de la historia, tu vida.
Es vivir el presente, es aceptar que existen momentos malos pero que a su alrededor también estas rodeado de momentos buenos; solo es cuestión de que abras bien los ojos y tu mente para percibir cada instante de forma positiva, «es aprender a caminar bajo la lluvia sin que te resfríes».
«El ser asertivo, se educa, se aprende, se entrena, es una necesidad de amor, por lo que el ser asertivo es cuestión de actuar y practicar.»
El ser asertivo, no es querer borrar o arrojar fuera lo que rechazas o a quien rechazas, es que sabes defender tus derechos y respetar el de los otros, es buscar el camino que de manera positiva te lleve a lograr tus objetivos sin tener que salir corriendo de una relación.
ASERTIVIDAD =
ME RESPETO + TE RESPETO
Dentro de una familia se dan innumerables momentos para aprender la asertividad, aunque en ésta ocasión los dividiremos por relación que tienen con nosotros, todas las acciones se pueden implementar en todas las relaciones.
Algunos ejemplos son:
Contigo misma(o): cuando aceptas tus debilidades y reconoces tus cualidades, cuando respetas lo que eres, cuando te amas, reconoces y gestionas tus sentimientos y tus derechos y te valoras como persona.
Con los hijos: al establecer normas adecuadas sin culpabilidad, cuando se aprovechan oportunidades para educar en valores, para establecer empatía con ellos, cuando das libertad de elección, cuando conoces sus sentimientos, cuando permites que afronten las consecuencias de sus actos, etc.
Con la pareja: cuando reconoces sus cualidades y respetas sus decisiones, cuando das la libertad de actuar, cuando comprendes que eres su compañera(o) de vida y no tomas el papel de un padre o madre que quiere educar, cuando conoces sus sentimientos.
Con los padres o hermanos: cuando respetas las distintas opiniones y que a pesar que pertenecen a un mismo núcleo, cada uno tiene ideas y valores distintos a los tuyos y no por eso significa que lo tuyo es mejor que lo de otros o viceversa.
Con los amigos: cuando permaneces a su lado a pesar de lo que suceda, cuando escuchas sin juzgar.
En fin, podríamos tener miles de oportunidades donde practicar e ir mejorando poco a poco, siempre con la vista hacia adelante y tomando los errores como oportunidades para mejorar e intentar hacerlo mejor cada vez, pero mucho cuidado aquí en este punto, no sea que te dejes llevar por tu ego y seas víctima de una perfección la cual será inalcanzable.
La perfección en el ser humano no existe, ese tema solo le pertenece a Dios. ¿Sabes por qué? Pues es sencilla la respuesta, la perfección no tiene oportunidad de ser mejor, simplemente ya lo Es y como todos los seres humanos tenemos defectos y cualidades, somos perfectibles, es ahí donde la búsqueda de la perfección te lleva a un camino que no tiene fin, nada te será suficiente y eso es lo peligroso porque no te permite llegar a estar contento con los resultados.
Entonces ¿qué camino elegir? Será bueno cuestionarse tres preguntas esenciales:
1. ¿Permites que las situaciones manejen tu estado de ánimo?
2. ¿Todas tus actividades están destinadas a complacer a los demás, sin importar tus sentimientos?
3. ¿Tus decisiones dependen de lo que los demás esperan de ti?
Si respondes a todas que sí, has escogido el camino de ser víctima, así es víctima de las opiniones, de los sentimientos y de las situaciones a las que te enfrentas cada día. Sin embargo si has respondido a unas que sí y a otras que no, entonces a practicar la asertividad todos los días para lograr ser una persona que logres tus objetivos, que afrontes con mejores resultados cada instante que vives y que construyas tu propia felicidad.
Dinámica 7: ¿Cómo ser protagonista?
1. Especifica y define qué quieres, qué te gusta, cuáles son tus metas,
reconoce tus defectos y cualidades y establece así lo que mereces.
2. Toma con «pinzas» el consejo de los demás, y verifica si es bueno para tu vida, para lo que tú especificaste y definiste en el punto 1. Luego de ello puedes aceptarlo o simplemente rechazarlo sin herir a nadie.
3. Auto-obsérvate: observa el cuándo, el cómo, el cuánto, con quién y en qué situaciones o circunstancias eres o no asertivo. Escribe dos listas, una para acciones asertivas y otras no asertivas. En ellas escribe el suceso (que sucedió), que pensamiento te generó y que sentimiento provocó.
4. Establece tus derechos: con las listas de tu observación ahora aumenta una columna más que especifica a que derecho faltaste cuando no fuiste asertiva y el derecho que respetaste cuando fuiste asertiva.
5. Reflexiona y cambia: «no podemos resolver nuestros problemas cuando utilizamos el mismo pensamiento que usamos cuando los creamos» Einstein
6. Comunica de forma asertiva lo que quieres transmitir, esto implica un auto respeto y una autoestima para expresar lo que quieres, necesitas o piensas siempre respetando y sin herir. Dirige lo que quieres comunicar a las acciones no a las personas y comenzar por no juzgar quizá pueda ayudar.
La comunicación asertiva se hace con conciencia sobre los actos, en congruencia con lo que hablas y haces, de manera clara y directa a las acciones dentro de un equilibrio de respeto.
Ensaya y utiliza frases asertivas para que poco a poco vayas cambiando tu lenguaje oral a ser una persona asertiva, afectiva, positiva y efectiva y cuida tu lenguaje corporal. Decimos más con nuestra postura y gestos corporales que con las mismas palabras.
7. Observa el lenguaje corporal del otro y será una pauta para establecer un camino y el tiempo adecuado para establecer el equilibrio de respeto. ¡Aprende a leer y observar a quienes te rodean! Así podrás obtener lo que te propones, no propicies una sordera. Es como cuando la mamá sabe porque llora su bebé, sin que le hable y le diga que le sucede.
Usando tus sentidos, ellos mismos te dicen cuánto debes oír, hablar, observar y sentir. Tenemos dos oídos para escuchar y una boca para hablar…
Decidir por lo que amas… un amante puede ayudar a que sanes y comenzar a elegir ser protagonista de tu vida que te fue donada.
¡Ojo cuando se habla de amantes! Unos hieren y otros sanan…
Esto es un extracto del libro:
Matrimonio ¿beso, reto o rezo?
dónde podrás encontrar la forma del amante que puedes elegir incluso para serlo tú…
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De corazón a corazón,
Karla Maldonado C.