¡Quiero mi libertad!
Vaya que es una frase que se escucha en distintas etapas de nuestra vida, la dicen los niños que comenzaron a caminar, así cómo lo lees, ese pequeño que no sabe pronunciar palabras si sabe gritar con su cuerpo que anhela la libertad.
¡Ojo! No es un artículo corto, así que léelo hasta el final y luego entras a las ligas extras.
También la dicen los adolescentes, esos pequeños seres en crecimiento que no saben ni lo que quieren bien en su presente pero si tienen algo muy claro, en su futuro próximo anhelan la libertad y son capces de cualquier cosa con tal de lograrla, incluso hasta mentirle a esos personajes que antes eran sus ídolos (sus papás) y que ahora como que no son muy apreciados, obvioooooooo, esos personajes que tiene como papás le arrebatan lo que anhela, ¡Su libertad!
Vaya, como ves es algo que buscamos todos, porque quizá entre la infancia y la adolecencia cómo que ese anhelo se duerme y luego al llegar a ser adultos otra vez se vuelve a anesteciar digamosle así. Nos llenamos de responsabilidades, que los estudios, el trabajo, la casa, la familia, y por si fuera poco lo más importante los amigooooooosss.
Responsabilidad tras responsabilidad vamos olvidando que el anhelo de libertad está latente, pero lo vamos ocultando hasta que de pronto ¡Pum! Brota una vez más, en esa adultez mediana, lleagndo a los 38, 40, hasta los 50 resulta que como arte de magia reaparece, aunque esta vez es casi seguro que ya olvidamos que en otras ocasiones hemos dicho la misma frase… ¡Quiero mi libertad!
Esta frase que es generadora de múltiples movimientos y que cada uno siempre vamos a tender a buscarla, aunque a veces el camino y las decisiones que tomamos no sean del todo efectivas y mucho menos afectivas. ¿Tú pareja o tú han llegado a esta etapa?
Aquí puedes escuchar las etapas de la relación
En la relación de pareja, cuando se cumplen 10, 15, 20 años de estar juntos suele suceder que uno o ambos no solo lo piden sino lo gritan hasta más no poder ese anhelo que han dejado por años dormido, ¡QUERER SU LIBERTAD!
Vaya que es estremecedor escuchar esa frase de tu pareja y más cuando la ha ido gritando en silencio como aquel bebé que no sabe exprersarse al comenzar a caminar, pero que todas sus acciones apuntan hacia ello, solo que siendo adultos suponemos que lo expresarán de una manera en que los escuchemos y no sucede así hasta que ya se sienten completamente ahogados, entonces si como les sale, sin gestionarlo, desde la escsez y la desesperación gritan ¡Quiero ser libre! y ¡Pum! todo se derrumba.
Miles de veces escucho esto entre quienes vienen a la consultoría, la mujer destrozada porque el marido quiere su libertad y ella sin entender nada de nada. De pronto ante estas tres palabras parece que el mundo se derrumba y comienzan todas las justificadciones para encontrar los porqué está sucediendo así.
Primero déjame decirte que estar buscando los por qués no te va a llevar a soluciones sino te dará razones y con seguridad esas razones lo que va a alimentar va a ser emociones negativas cómo tu enojo, tristeza, desesperanza y mucha frustración; ¡ah! Y también impotencia, porque quieres que esa persona que creias que te amaba cómo tu crees amarla hoy quiere su libertad y al parecer no estás en sus planes. ¿Te ha pasado?
¡Claro! Todos cuando llegamos a diversas etapas en nuestra vida volteamos a ver esos anhelos que llevamos en el corazón y si al hacer el recuento alguno no está, surge eso que le dicen fuerza interior para que vayas por ello; pues eso nos sucede a los que llevamos años de casados, rindiendo honores a un amor muy «domesticado» digamosle así, un amor que nos contaron dónde «debía» ser reciproco, dónde «dejo todo incluso mis anhelos por los tuyos», dónde dejas de vivir por vivir la vida que tu gran amor espera de ti. ¿Y sabes qué? Eso NO es amor real, es solo una forma de amar dónde lo importante es el intercambio y no la felicidad.
Vaya que le dimos la vuelta a ésto, resulta que en efecto es normal llegar a una edad dónde todo anhelamos nuestra libertad, solo que algunos piensan y se van con la corriente del mundo de hoy, que hay que terminar las relaciones para retomar lo que es de cada uno y eso es un completo error.
¿Cuál es la respuesta inmediata del»buen consejo», cuando alguien comenta que su esposo le pidió libertad y se quiere ir de la casa?
¡Exacto! Sale el ego, la venganza disfrazada de poderío y esa falsa autoestima disfrazada de «tú vales más, déjalo ir», de “ábrele la puerta y dile adiós”.
Pero ¡Te están mintiendo! Eso no es una solución esas solo son razones de un ego y estima lastimada, esos comentarios vienen de un corazón herido y si los sigues tendrás lo mismo, un corazón herido. ¡Claro que es difícil, pero mantener el si que tú elegiste decir, no es imposible!
¿Duele? Si y muchísimo, no es una situación agradable y que no le deseo a nadie, es más hace años quería evitársela a las mujer, hoy sé que no puedo evitarles pasar por ésta etapa, pero que si sé cómo ayudarles a que la pasen de una mejor forma, con menos dolor y más conocimiento sobre lo que pueden hacer cuando llega esta etapa a su vida y a sus matrimonios y que no terminen con ese anhelo de su corazón de una familia unida en amor.
Hace 15 años, yo era la que quería salir corriendo de la vida que tenía, veía a mi esposo vivir feliz con lo que él decidía y que a mí obvio nunca me parecía buena idea, y además permitía que me traspasara y me llenara de heridas el corazón, me preguntaba miles de veces el por qué de diversas situaciones, el por qué no era capaz de ver en mi ese dolor y por qué él se veía tan feliz buscando su libertad y eligiendo lo que él quería vivir.
Esas situaciones me llevaron a escuchar mi corazón y lo que dentro de mi salía, era que yo anhelaba una familia que en ese entonces no tenía, estaba cansada, sin ganas de luchar y además obviooooo muy lejos de ser yo la culpable según mi perpectiva en ese entonces. Y por si fuera poco, el mundo y quienes se creían “buenos consejeros” me decían que soltara todo y lo dejara, que no merecía ese trato y aún más, un legado familiar de mujeres todopoderosas pero aplastantes al varón.
Perooooo a mi esposo lo veía feliz y yooooo cada día más triste ¿dónde estaba la bolita? Jeje y no estaba en quien era feliz…
Puedes leer también que sucede cuando se aleja… Porque algo más que la confianza se rompe ¡eh!
Así que te entiendo perfecto si estás buscando los por qué y hoy te voy a contar algunos…
Llegar a los 15, 20 años de matrimonio NO es fácil pero es más difícil aún continuar y brincar «al otro lado del río y decir ¡si! una vez más» a menos que comprendas parte de los porqué suceden ciertas acciones en ese esposo maravilloso, si maravilloso (aunque ahora no lo consideres así y encuentres pretextos para decir que no lo es)
Vamos por partes, y lo primero que hay que tener muy claro es que la mujer y el varón NO somos iguales, aunque algunos quieran que así lo creamos. No somos iguales ni física, ni emocional, menos psicológicamente y aún menos en los anhelos del corazón por tanto nunca vamos a pensar, sentir o actuar de manera igual, así que pongamos más atención en ellos por ahora… Porque es él quien quiere esa libertad que tanto ha movido tu mundo.
Los varones en su tan famosa ¡quiero mi libertad! Nos enseñan algo muy importante que es ir por lo que queremos y anhelamos, la diferencia aquí es que podemos hacerlo sin dañar o causar dolor a los demás y también podemos hacerlo sin acabar con todo lo que hemos logrado hasta ahora.
El varón llega a esa etapa de querer su libertad tras haber hecho mucho por su familia, tras haber afrontado junto a ti y a veces solo, las batallas de la vida familiar, así es cómo lo lees, más veces de las que tú te diste cuenta él fue a la batalla solo y tú nada más lograste ver una parte de ello, quizá incluso solo te tocó darte cuenta de las derrotas que son a veces más escandalosas que las victorias.
Pero el objetivo hoy es descubrir algunos por qués para que después demos oportunidad a ir directo al para qué, así que voy a darte algunos por qué de esa tan notoria crisis en las parejas que llegan a los 15 – 20 años de estar juntos.
Resulta que no es tanto el tiempo que llevan juntos sino la edad en la que llegan a cumplir esos años, ¿cuántos años tiene tu esposo? 40, 50… ¡Claro a esa edad es momento de decir esas tres palabras una vez más… ¡Quiero mi libertad! y es entonces dónde a esa búsqueda le llamamos crisis porque implica tantos cambios y tantos cuestionamientos que se vuelve una crisis familiar.
Ya te conté que la mujer y el varón son distintos, así que pongamos hoy la atención en los varones, si en ellos que hacen tantas «pendej…» dirían algunas, otras decimos que hacen unas locuras que ni ellos saben darles nombres, pero aún así son parte de su proceso y de su crecimiento, pero no podemos comprender al varón por si solo si no comprendemos también a la mujer en su entorno.
El hombre, ser protector y proveedor del hogar podríamos decir que son sus mayores características como parte de una familia.
Mucho se habla de la «crisis de la mediana edad o de los 40», se habla de los signos que se presentan durante ésta etapa y por lo que pasamos quienes llegamos a ésta edad, pero también es cierto que sí éstas crisis no pasaran, no creceríamos.
Todo ser humano pasa por diferentes estadios durante toda su vida, la infancia, la niñez, la adolescencia, el adulto, la mediana edad, la vejez. Estas etapas nos enfrentan a diferentes circunstancias que nos llevan a tomar decisiones que marcarán el resto de nuestro caminar por la vida.

Hay infinitos estudios en psicología y en medicina, que establecen y se dedican a estudiar ésta etapa dónde el adulto comienza en estado de cuestionamiento, sucede tanto en el hombre como en la mujer, cierto es, pero en cada uno se da de diferente manera, cada una tiene sus problemáticas y no es más una que otra, sin embargo a través de mi experiencia y mi opinión son cuestionamientos análogos, los dos llevan al ser humano a un crecimiento del ser, aunque en diferente etapa.

Las mujeres, de por sí somos algo por no decir complicadas de entender a diferencia de los hombres quienes son más prácticos en su manera de pensar y actuar, bueno a veces… La mente de la mujer me gusta compararla con un gran salón donde todos los aspectos de su vida pueden ser observados y vivir en el centro de éste salón y a la vez cerca de cada una de las sillas del lugar, las mujeres podemos estar platicando con una amiga, observar que sucede en las mesas que están cercanas a ella, contestar un mensaje y aún más podemos estar pendiente de lo que hablan los esposos sentados a un lado aunque no en completa atención pero si con un panorama amplio.

La mente de los hombres es como una gran casa, llena de muchas habitaciones, obvio con puertas que se abren y se cierran, ellos ponen toda su atención a una sóla habitación y más aún a una sola actividad que suceda dentro de esa habitación.

Ahora bien una vez aclarado el punto en que desde nuestra fisionomía como nuestra mente es diferente pero a la vez análoga ya que perseguimos lo mismo al final del camino, ser felices, podemos así pasar al tema de hoy.
¿Será que los hombres cruzan por una crisis que los hace tomar decisiones a veces desequilibradas?
A continuación veremos algunos de los síntomas, esos por qué que estás buscando; sólo con el fin de establecer si como hombre éstas iniciando la crisis, o como mujer si tu esposo lo está haciendo y pongas tus cinco sentidos a trabajar para que puedas tomar acciones antes de que la avalancha te arrastre.
Toma nota de los «focos rojos» o gritos silenciosos que surgen antes de los por qué. Muchas veces la mujer pretende que su esposo cambie para que la situcación que viven mejore y lo que no se ha dado cuenta es que su esposo ya ha cambiado y en efecto si está cambiando, pero está fuera de su control, y eso duele y mucho.
¿Qué ya ha cambiado?
1. Cambian su forma de vestir o su aspecto personal para sentirse atractivos y joviales
2. Compran coches deportivos o «gadgets» que antes no lo hacían pero los deseaban cuando no tenían acceso por su economía
3. Salen mucho con los amigos y toman alcohol en mayores cantidades, hay que demostrar que aún pueden y aguantan (o por lo menos así lo piensan)
4. Cambian sus horarios, la monotonía los ha cansado y no quieren nada igual
5. El trabajo los «acorrala», si no los ha llevado al éxito que pretendían y es siempre lo mismo
6. Se esconden para hacer llamadas o recibirlas, hay que aparentar a veces que puede más de lo que en realidad logra y tú conoces la verdad de lo que va a decir
7. Comienzan a decir mentiras, es más fácil esconderse que aforntar que ya no quieren lo que viven
8. El dinero de pronto es un problema y no alcanza cuando antes sí lo hacía, cuanto logran lo gastan en los demás y entonces ¿sus anhelos?
9. Cambian a sus amigos o se reencuentran con viejas amistades, hay que buscar similares a su pensamiento actual, necesitan de los que les siguen el paso y los motivan a más
10. No te invita a salir, uy que aburrido, siempre lo mismo
11. No hay tanta atracción sexual cuando antes sí la había, a veces hay disfunciones y luego con la monotonía más, no hay nuevas posiciones y mucho menos adrenalina
12. Quiere tiempo para él, es momento de ser egocéntrico (volver a su centro, a si mismo)
13. Pide libertad, ¡quiero mi libertad! es más un quiero poder elegir lo que quiero y dejar de aparentar
14. Se preocupan por su estado físico y empiezan a hacer dietas o ejercicio, maratones a la puerta, hay que demostrar y demostrarse que aún tienen vitalidad y fuerza, aún aguantan
No todos los puntos los pueden presentar, y tampoco todos son los por qué que buscas pero poco a poco si no hay un cambio de actitud por parte de la mujer o un suceso en su núcleo familiar, irá avanzando hasta llegar a un punto que no hay regreso, un momento dónde esos gritos silenciosos dejarán de ser en silencio y vendrá el pedido ¡quiero mi libertad!

Y ahora sí, lo que tanto buscas,
¿Porqué les sucede?
Puede ser por infinidad de causas, pero las de mayor importancia, las cuales a través de platicar con muchos conocidos y amigos que me rodean y que han tenido la apertura de contarme que les pasa por la cabeza puedo numerar algunos. Que ayudaron a mí a darme cuenta cuantdo aquella crisi que tuvimos.
1. Comienzan a cuestionarse que han logrado en el área económica, si ya tienen lo suficiente para poder dar una estabilidad a su familia
2. En la mayoría de los casos, si han logrado tener éxito en el área económica entonces comienzan a valorar todo el esfuerzo que han tenido que hacer por lograrlo, si no lo han logrado pueden llegar a caer en depresiones
3. Ven su casa como un logro que les da un lugar en la sociedad como padre y esposo ejemplar pero a su vez lo perciben rutinario y que les absorbe todos sus logros económicos y que todo lo que tienen se esfuma por arte de magia, quieren dar todo pero no les alcanza y eso los frustra.
4. Sienten que la «juventud» se les va a acabar pronto y no quieren dejar de realizar todos sus sueños antes de que el mismo cuerpo no se los permita
5. Se sienten adolescentes pero con un poder económico que no tenían en su verdadera adolescencia y quieren tener lo que en ese entonces soñaban, un coche deportivo, desveladas y pedir a su antojo la comida y bebida sin tener miedo a no poderlo pagar
6. Buscan «nuevas» aventuras, que les proporcionen «juventud», «vitalidad» quieren probarse a sí mismos que todavía pueden hacer hasta lo imaginable.
7. El exceso de trabajo y dedicarse a la «estabilidad» de su familia los perciben como los culpables por haberse alejado de sus amigos y sus anhelos.
8. La casa implica un gasto excesivo que ellos por trabajar no lo usan o necesitan porque no están durante el día en ella
9. Suponen que su mujer «solo» cuida a los hijos y cuando están en el colegio ella descansa, ve la tele, se va de compras, a desayunos o se va al salón de belleza, al fin le sobra tiempo según su perspectiva
10. Su mujer ha perdido cierto atractivo, ellos se casaron con una mujer de piel tersa, sin cicatrices en el cuerpo, sin «llantitas» y que tenía todo el tiempo para dedicarlo a él
11. Sus cosas personales, antes de los hijos, nadie las movía de lugar o se las quitaba, ahora las tiene que compartir y peor aún las toman sin pedírselas y desaparecen
12. Llega a su casa y espera un lugar de silencio, donde pueda disfrutar escuchar música, no pensar en los problemas del trabajo o ver la tele y lo que se encuentran es una casa tirada, su mujer desarreglada y por sí fuera poco con una serie de problemas que para él no son de gran importancia porque no generan presión a su parecer y que no se atreva a tocar el punto económico porque sienten que no los apoyas y su mujer despilfarra el dinero que le cuesta a él tanto esfuerzo ganar
13. Hacen competencia, cuando salen con sus amigos para ver cual es la esposa que primero llama para «cortarles» su fiesta y exigirles «como su mamá» que regresen a casa
14. Cuando salen con sus amigos, como ellos viven los momentos (nos llevan la delantera en éste tema, recuérdalo) y entran a una «habitación de su mente» en su «gran casa» , olvidan lo que sucede en el exterior, olvidan que existen los horarios. Realmente les cuesta trabajo dejar a sus amigos y una vez que llegan a casa se encuentran con una mujer o mejor dicho una pantera que les recrimina la hora de llegada y su estado. ¡Pega de gritos y sombrerazos! Entonces lo único que les pasa por la mente es la escena tan agradable que dejaron atrás con sus amigos y ahí es donde quisieran estar.
Puedes escuchar ésta conferencia magistral, dónde te doy más porqués…
En fin podría continuar una lista interminable de situaciones, pero si nos enfocamos en que hacen o no hacen nada ayuda a superar esta etapa.
Los hombres tienen que saber que todos cruzan por esta etapa de discernimiento, pero la diferencia está en que lugar ponen sus prioridades, en no perder de vista lo que realmente aman, por quienes hasta hoy han luchado, claro que si se encuentran en ésta etapa, difícilmente podrán hacerlo solos, sin la ayuda de su mujer, es por ésto que el papel de la esposa por difícil o doloroso que sea tendrá que ser un papel inteligente, su actuar deberá ser paciente, comprensivo y asertivo.
Cuando el hombre se enfrenta a una mujer, a su mujer como un ser pasivo o explosivo difícilmente podrá llegar a discernir adecuadamente, el hombre en ésta etapa quiere despojar de su vida todo aquello que le imponga, que no le de espacio necesario para crecer y quiere huir de quienes le compliquen y presionen aún más de lo que ya se siente presionado.
¿Cómo podría el hombre mejorar su situación familiar?
Ciertamente, al buscar y aprender a ser asertivo, buscar dentro de su familia lo que ha perdido a través de los años. Valorarse como ser humano, como padre, como hombre y como esposo. Darse cuenta que son importantes y amados por lo que son y no por lo que han logrado hacer sino por lo que han logrado ser, pero este punto es pedirles que hagan un esfuerzo por encima incluso de su misma esencia masculina que les lleva al hacer.
Si permite que lo que va sintiendo se acumule y se acumule y no lo expresa, es como agitar un refresco gaseoso, se desborda y sale sin control; gestionar los sentimientos va a mejorar la situación, acciones que también son parte de la esencia femenina por lo que el varón difícilmente lo va a realizar por si mismo.

Reconocer también en la etapa que su mismo cuerpo se encuentra puede ayudar…
Bueno después de ver cómo es que el varón podría poner soluciones vamos a la realidad… El varón lo que nos enseña es a buscar lo suyo, a buscar eso que anhela su corazón y lo hace incluso a veces atentando contra si mismos y sus creaciones pasadas, atentan contra lo que han logrado y se les nubla la manera de tomar decisiones acertadas, con tal de seguir lo que su corazón le dicta… Ese anhelo de libertad.
Así que ahora pongamos nuestra atención en la mujer, en quien puede ayudarle a ese hombre que está haciendo «locuras» y que está a punto de tirar todo por no sentirse suficiente y tener ese abismo frente a él de tanto cuestionamiento que le provoca su misma edad.
¡Ah claro! Los monitos de la cabeza y los «consejeros de lo mejor» aquí saltan todos, estarás pensando «pero si no me merezco ese trato y menos su desprecio y aún menos aguantarle esas faltas a nuestros acuerdos» y tienes razón, tú no meredces nada de eso, pero déjame preguntarte algo ¿qué anhelas tú?
Mujer, ¿qué quieres tú para tu familia?
Tal cuál lees la pregunta, hoy que tu esposo te está diciendo lo que él quiere, tú también pudes decir lo que tú quieres.
¡Aquí es dónde tienes que tener cuidado!
Si lo que quieres es que tu esposo cambie, si lo que quieres es que tu esposo siga las reglas, si lo que tú quieres es que en tu casa se haga lo que tú quieres y mandas sin seguir escuchando lo que tu esposo grita de forma silenciosa, déjalo ir y cada uno busque su libertad porque si lo obligas a seguir contigo bajo acuerdos ya de antaño, bajo reglas de deberes y bajo un techo que solo los cubre de la lluvia pero en unas paredes llenas de humedades, ambos van a enfermar.
Eso que tanto te duele perder, va a doler más si quieres seguir teniéndolo, y me refiero a el control.
¿Sabes qué es lo que más te duele de su frase «quiero mi libertad»? Que has perdido el control, que él está tomando el control de sus decisiones, acertadas o no y que además está decidiendo también por ti, así que déjale el el control a él y tú elige que hacer.
¡Ah! Algo que también tengo para ti hoy es que descubras las características del corazón masculino porque descubrirás qué hay varias cosas que no entendías porque suceden así…
El varón tiene un corazón:
+ Mediador para hacerle frente a los conflictos y no involucrarse con sus sentimientos.
+ Guerrero, para aprender técnicas y establecer un plan de acción
+ De Rey, para ser un líder de un equipo, su familia y en lo profesional ser ejemplo y admiración

+ Intuitivo, se conecta con su ser, en su interior encuentra las respuestas más no suele entrar profundo si no es acompañado
+ Amante, para expresar de lo que estamos hechos como seres humanos
+ Conquistador, para descubrir eso desconocido y lograr con su análogo el corazón cautivante, de la mujer, el perfecto equilibrio
+ Fuerte, para ir por lo que anhela
Y siiiii también tiene un corazón herido, que ha creado por lo que ha vivido y muchas veces es el único que conoce y que te muestra, sin embargo si tú le muestras tu corazón lleno de cualidades empatizas con él desde tu abundancia y capacidad de sanar y no herir aún más.
Aquí puedes escuchar más sobre el corazón masculino
El varón no necesita que le digas todas sus torpezas, las conoce y más que tú, por eso siempre trata de ocultarlas, el varón que tú elegiste amar necesita de eso, amor.
¡Ojo! No es que elijas soportar sus malos tratos o sus torpezas, es que elijas estar ahí para que cuando sane y redescubra sus capacidades, seas tú quien esté a su lado.
La escasez no necesita de tu escasez sino de tu paciencia para dejar que ese momento (a veces son años) pase y recupere la abundancia que tú viste tiempo en él atrás.
Una crisis pasa, siempre pasa y no es eterna, tú eliges dónde estar cuando ello pase.
Un enfermo no necesita más enfermedades, necesita a veces solo de la compañía para aguantar los malestares.
Cuando alguien está en búsqueda de su libertad, quiere decir que se siente detenido, comprender que es momento de mantenerte cerca pero a un lado, es también comprender que te está dando espacio a ti para crecer, aprender y elegir tú que quieres hacer.
Te darán ganas de votar todo, si
Te darán ganas de exigir que mereces, si
Te darán ganas de llorar, si
Te darán ganas de cambiarlo, si
Busca las ganas de decir si a tus anhelos y lo que quieres, el te dice quiero mi libertad, tu también tienes tu libertad para elegir lo que quieras para tu familia, incluido a ese varón que quiere libertad.
No es que lo dejes ir, es que aprendas a dar la libertad y el espacio que necesita, desde tu libertad.
¡Ah claro! Esa idea de que la relación debería ser recíproca, bueno para ello te dejo este artículo donde te explico que tan dispuesta tienes que estar para que llegue a tu vida lo que anhelas.
Y siiiii sé que no es fácil, pero también sé y he visto cómo cientos de mujeres siguen diciendo si al varón que ha elegido amar y han alcanzado la plenitud con su “Chubaka”, ese hombre como moustrilio con pocas habilidades emocionales pero que adentro de esa bola de pelis ecuestre hay un ser maravilloso que aprenden a apreciar y a amar de una forma distinta hasta que muestra su mejor versión esa versión del corazón masculino que anhela tu corazón femenino. Ese hombre que tú elegiste tiempo atrás puede estar de regreso.
La crisis de tu marido es la mejor oportunidad para tu crecimiento, aprovéchala en favor de la familia que ambos anhelan.
Espera la siguiente semana que te enviaré algunos pasos para avanzar y no caer en esos consejos de separarse, no vale la pena y tu relación merece tu esfuerzo, merece tu si. Merece que que tú también digas quiero mi libertad para elegir lo que mi corazón anhela.
De corazón a corazón
Mtr. Karla Maldonado
Si quieres ponerte en contacto conmigo, hazlo que puedo acompañarte, no estás sola.
personayfamiliaconamor@gmail.com
No dejes de enviarlo a tus amigas, es un tema que no te van a contar pero que si lo van a necesitar.
Muy interesante y muy bien explicado
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Gracias por tu comentario
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