Si no quieres leer y prefieres escucharlo aquí está:
El poder es algo que todo ser humano persigue en algún momento de su vida.
No se trata de si eres mujer o varón, sino de el control que quieres ejercer y esto en una relación de pareja puede crear rivalidades y muchos conflictos o también ser lo que los soluciona.
Cómo son estas dos vías , vamos más despacio…
Cuando pretendes tener el poder para controlar las acciones de tu pareja ya vas por un camino que va a crear muchos conflictos y que va a disparar el mecanismo de defensa de tu pareja, vas a crear una lucha y una batalla que no terminará o que más bien terminará con los dos.
Entonces a qué me refiero cuando hablo de que puede ser solución, sencillo!!!! A qué eso que te dan ganas de controlar y que quisieras tener el poder te habla más de un desafío para ti que si lo vences, acabas con los conflictos.
¿Pero que te estoy diciendo? Que si sientes ganas de que la otra persona haga algo como tú quieres o crees que es la correcta NO trates de controlarlo y le preguntes cómo lo haría o simplemente observes como lo hace y permitas que suceda sin que lo controles.
¡Claro que eso genera miedo! Pero sabes algo, entre menos controles en el exterior más control vas a tener de ti y ese es el verdadero control.
Ese es la primera zona de poder de tu hogar, tu corazón y tu mente y ahí solo mandas tú.
Ahí si, en esa zona solo mandas tu y es tu propio poder el que va a gobernar pero en las demás zonas de tu hogar, será bueno que identifiques quien tiene el poder.
Vamos a ir viendo algunas zonas en un hogar mediano-grande donde hay sala, comedor, cocina, baño, habitación principal y habitaciones de los hijos.
¿Porqué esas zonas? Porque en cada una de ellas se desarrollan diversas relaciones familiares y con ello, alguien se ha apoderado del poder que tiene esa zona y vas a ver lo importante que es identificarlo.
Vamos a la más común, y en la que menos has identificado qué hay un juego de poder… ¡La cocina!

Mira dónde está el poder, en la cocina se prepara lo que la familia va a comer, se elige el menú, con lo que cada integrante va a nutrir su cuerpo, además se decide y dirige el horario de comidas, y hasta convertirse en un lugar de creación y actividades familiares o no.
Quien tiene el poder en esta zona, elige lo que se va a compra, lo que van a comer, cuándo y cómo y todos los demás de la
casa, “acatan las decisiones de esa persona” ¿o cuando haces el menú del día les preguntas que se les antoja o lo que ese día quieren darle a su cuerpo? Sería imposible tomar en cuenta todos los días las opiniones de todos, así qué hay alguien en la familia que tiene este poder ¿eres tú? Quien ha tomado este poder, suele olvidar que los demás también tienen gustos y antojos y corre peligro de caer en la rutina y llevar a la familia a comer “siempre lo mismo” ¡Ojo si tú tienes el poder aquí! Quien elige que comes también tiene control es generar parte de tu estado de ánimo por lo alimentos que te da.
También llegar a tener tanto poder que nadie se atreve ni a ofrecer ayuda porque “hay que hacerlo a su manera” ¡Ojo! Si te la pasas cocinando, lavando platos y miles de cosas en la cocina empieza a ceder un poco el poder generando trabajo en equipo y verás como cambia el ambiente en la cocina cuando estén juntos ahí.
Bueno vamos a otra zona, la sala… ¿Quién tiene el poder aquí? El televisor, el deber ser que te dice aquí no se toca ni tira nada, papá que se apodera del control de la TV, o los niños que solo se ven películas para ellos.

¿Hay lugares asignados? Fíjate quien está sentado en el lugar desde donde se ve toda la habitación, quien elige ese lugar suele ser “el poderoso” de la zona. ¡Ojo! Quien tiene el poder aquí dirige el horario y dinámica familiar, es quien dice que ven, que hacen y cómo se hacen las dinámicas de la familia durante casi todo el día.
Vamos ahora a la habitación de los hijos… UYYYYY aquí si qué hay que poner atención y si comparten dos hermanos más.
¿Quién tiene el poder? El poder lo tiene quien elige en qué cama dormir, en donde colocar los juguetes en si está ordenada o desordenada la ropa, tiene el poder quien está más tiempo adentro de la habitación.
¡Ojo! Porque una habitación ordenada no siempre habla de quien vive ahí sino de quien tiene el poder y no puedes estar tranquila en una zona donde dicen que es tu lugar pero alguien más lo gobierna.
Si tienes que estar recogiendo todo el tiempo el cuarto de tus hijos no es que no sepan ordenar, es que tú tienes el poder ¡suéltaselos y déjate sorprender de lo que son capaces al tomar ellos el poder de su zona! Ay sí y el tiradero que van a hacer después quien puede con el, si piensas eso, sigues con el poder tú así que seguramente la que va a recoger serás tú.
Pregúntales cómo les gusta tener su cuarto, déjalos que lo te han cómo quieren por unos días y luego ofrece tu ayuda si no supieron ordenar y si lo hicieron a su manera, respétaselos es su zona de poder, es maravilloso cuando cada integrante tiene una zona de poder y se hace cargo de ella.
Ahora vamos al baño… Uy esa zona si puede ser zona generadora de conflictos si la comparten los hermanos o tú con tu pareja…

El baño se vuelve un lugar de intimidad y por momentos cada integrante tiene el poder de esa zona, pero si llegara alguien de apoderarse de todo entonces surgen los conflictos y vienen las tapas que nunca bajan, o los inodoros sucios, las toallas en el piso o la pasta apretada de forma poco adecuada, en el baño si tomas el poder habrá conflictos.
El baño debería ser una zona neutral con normas de convivencia clara y acuerdos bilaterales a menos que cada quien tenga su propio baño y eso no sucede de forma habitual.
Apoderarse del baño es decir tus reglas y esperar que todos las cumplan, y sabes que? Nunca lo vas a lograr!!!! Es una zona de poder que les va a ayudar a hacer acuerdos donde ambos digan que si para que se cumplan.
Y nos faltan dos, el comedor y la habitación principal, uy dos zonas de alto impacto familiar.
En una se educa y en la otra debería de ser la zona más creativa, así que en estas dos zonas si tú o tu pareja tienen el poder va a haber muchos conflictos.
Vamos al comedor, aquí se dan los choques de tradiciones y culturas, las costumbres salen y las creencias también. ¿Cómo no ser quien se vuelve con un poder autoritario? En el comedor mandan los dos, ¡ojo! Con que no les roben el poder los hijos.
Los hijos roban el poder del comedor cuando dirigen el ambiente, guían las conversaciones y también llevan a los papás al límite de perder la paciencia cuando no quieren comer lo que el que tiene el poder de la cocina eligió servirle. ¿Ves lo importante de identificar el poder de cada zona?

Si papá tiene unas costumbres y tradiciones para comer y mamá tiene otras distintas ¿Cómo entonces tomar el poder sin crear conflictos? Lleguen a acuerdos BILATERALES, donde ambos dicen si y hagas sus propias reglas y nuevas costumbres de su familia, a veces las de él, a veces las de ella y otras veces la creación de una mezcla de las dos van a ser las mejores costumbres para sus hijos. Que el comedor sean un lugar donde el poder ser compartido y todo irá bien.
Y lo mismo sucede el la habitación principal. Esa habitación que el ambiente debe de ser promotor de querer estar ahí, de sentirse en un lugar cómodo, agradable y que sea digno de representar el amor de una pareja.
La habitación principal no es el refugio de los hijos sino de ti y tu pareja, donde se vuelven cómplices y dónde crean toda la vida que quieren vivir.
No es un lugar para encerrarse a discutir, no es un baúl de recuerdos ni tampoco el terreno minado donde se echarán las bombas que los acaban ¡no! Su habitación es el lugar más sagrado de la casa, es donde están tú y tu pareja en la intimidad.
Nadie puede hacer el amor donde han peleado, la energía se impregnan y o pueden pretender amarse donde han peleado, para eso busquen un lugar de la casa que nadie los vea ni escuche y entonces háganlo ¡en su casa no hay ese lugar! Y si han peleado y discutido cheque bien quien tenía el poder en la habitación además de que con seguridad fueron escuchados y quizá vistos así que la discusión no solo los daña a ustedes sino a toda la casa.
Si van a discutir y aún tienen ganas de pelear y siguen con ideas raras de lucha y competencia en su relación, entonces salgas de su casa a hacerlo ¿sabes porqué? Por que afuera de tu casa si te importa el que dirán y les ayudará a medirse y se lastimarán menos, porque una pareja lo que deberían buscar siempre es el cómo ser un equipo no como competir y quizá fuera de casa les sea más fácil, porque muchas veces suelen ser “farol de la calle y Obscuridad de su casa” así que salgan de su casa para discutir a ver si así tienen luz y esa Obscuridad desaparcar antes de llegar a su hogar.

La habitación principal no es una zona de poder, no puedes prohibir a tu pareja entrar, no puedes decirle cómo tener su mesa de noche, tampoco si dormir vestido o no, si llegar en la madrugada o no, la habita principal es una zona de apertura, de bienvenida y de sentirse amados, es su guarida, su refugio y el lugar donde menos poder deberá existir.
Si tomas el control de la habitación principal has tomas el control de la relación y con seguridad vas a coartar la libertad de tu pareja y la tuya. Así de fuerte es tomar el poder aquí porque si lo haces entonces también controlas cuando tener relaciones se cuáles, cómo tenerlas y las circunstancias para que sucedan y ¿sabes que? En ese momento los dos han perdido su libertad de entrega y con ello habrá conflictos.
Así que si en tu relación hay discusiones, pleitos y conflictos revisa primero quien tiene el poder en la habitación principal, y si eres tú empieza por soltar esa necesidad de controlar para que el control vuelva a ti, a tu corazón y verás como todo va tomando su curso y armonizándose de acuerdo a cómo va tu habitación principal.
En cada zona de tu casa, alguien tiene el poder, identifica quien lo ha tomado y comienza a elegir el líder apara guiar a ese poder hacia el enfoque familiar a donde tú quieres llevarlos.
De corazón a corazón,
Mtr. Karla Maldonado C.