El efecto boomerang no solo es una metáfora poética, sino una verdad palpable en la vida diaria. Las actitudes, palabras y gestos que emitimos actúan como semillas que inevitablemente germinan y regresan a nosotros. Si lanzamos al mundo negatividad, crítica o indiferencia, eso es lo que volverá, quizás de formas inesperadas y con mayor intensidad. Por el contrario, cuando ofrecemos comprensión, bondad y generosidad, creamos un entorno en el que esas cualidades nos rodean y se nos devuelven con creces.
Uno de los mayores errores que cometemos es pensar que nuestras acciones deben basarse en cómo otros nos tratan. Esta mentalidad reactiva nos encierra en un ciclo donde nuestras decisiones dependen de factores externos, llevándonos a ser esclavos de lo que sucede a nuestro alrededor. Sin embargo, el verdadero poder reside en elegir nuestras respuestas, en decidir quiénes somos, independientemente de cómo los demás actúen. En lugar de caer en la trampa del "ojo por ojo", debemos cultivar la capacidad de actuar desde nuestros propios valores y principios, independientemente de las circunstancias.
Cuando comprendemos el efecto boomerang, entendemos que cada acción es una oportunidad para sembrar lo que deseamos recibir. Si queremos amor, respeto, o compasión en nuestras vidas, debemos empezar por darlos.
No como una transacción, esperando algo a cambio, sino como una expresión genuina de quiénes somos.
"Lo hago porque yo misma elijo hacerlo, no porque me das o me dejas de dar". ¡Esto sería una actitud que habla de tu libertad!
Cuando nos liberamos de la idea de que los demás determinan cómo debemos comportarnos, descubrimos que nuestra paz y felicidad no dependen de ellos, sino de nuestras propias elecciones.
No te quedes solo con la teoría, esa no sirve en tu vida, llévalo a la práctica, ¡Ponlo a prueba! Si no agarras la guitarra y la haces sonar, no podrás nunca saber si eres una buenaza en melodías de guitarra; lo mismo sucede con este efecto que te platico.
Ejercicio práctico: El efecto boomerang en acción
Te invito a experimentar el efecto boomerang de forma consciente con un sencillo ejercicio. Ve a una cafetería y dedica unos minutos a observar el entorno, sin expectativas ni juicio. Luego, realiza las siguientes acciones intencionadas:
Interactúa con el personal con una actitud genuinamente amable y atenta. Cuando te acerques a pedir, sonríe y haz contacto visual con la persona que te atiende. Dale las gracias de manera sincera. Pregunta cómo está su día, y realmente escucha su respuesta. Si no has practicado cómo escuchar puedes leer el artículo pasado
2. Siéntate en un lugar donde puedas observar a los demás clientes. Nota cómo sus actitudes y comportamientos parecen influir en su entorno. ¿Qué sucede cuando alguien trata al personal de forma cortés o cuando alguien lo hace de manera ruda?
3. Observa cómo tus propias acciones repercuten en el ambiente. Después de interactuar con el personal, presta atención a cómo responden los demás. Tal vez notes un cambio en la energía o el tono de la conversación. O puede que alguien te devuelva una sonrisa, o simplemente sientas una mayor conexión con las personas alrededor. Eso es el efecto boomerang en tu relación, con esas personas.
Al final, reflexiona sobre cómo te sentiste. ¿Notaste que al ofrecer respeto y amabilidad, lo recibiste de vuelta? ¿Sentiste cómo esa pequeña interacción afectó tu estado de ánimo y el de los demás?
Este ejercicio te mostrará que, efectivamente, lo que das al mundo regresa a ti. Además, te permitirá comprobar que nuestras actitudes y acciones, cuando son elegidas conscientemente, tienen el poder de transformar el entorno, incluso en un pequeño espacio como una cafetería y con personas que nunca habías visto, que no las conoces.
El poder del efecto boomerang no solo radica en lo que recibimos, sino en la transformación interna que experimentamos al elegir ser mejores, sin importar las circunstancias externas. Cada interacción es una oportunidad para lanzar un boomerang de amabilidad, respeto y autenticidad, y ver cómo regresa a nosotros, no solo en la forma en que los demás nos tratan, sino en la paz y satisfacción que cultivamos dentro de nosotras mismas.
¿Y en la relación de pareja qué? Hagamos visible El efecto boomergan en tu relación
El efecto boomerang adquiere una relevancia aún mayor en las relaciones de pareja. La forma en que tratamos a nuestra pareja y lo que proyectamos en la relación es fundamental para determinar la calidad de la misma.
Muchas veces caemos en la dinámica de “trato a mi pareja como me trata a mí”, lo que genera un ciclo reactivo que puede desgastar la relación con el tiempo. Hasta podemos caer en un ciclo de venganza, que ya te platiqué en otro artículo.
Sin embargo, entender que nuestras actitudes no deben depender de lo que el otro haga, sino de quiénes elegimos ser, puede transformar por completo la dinámica de pareja.
En una relación amorosa, los momentos de conflicto o malentendidos son inevitables, pero es precisamente en esas situaciones donde el efecto boomerang juega un papel crucial. Si respondemos a un mal día de nuestra pareja con indiferencia o enojo, estamos lanzando esa energía negativa hacia la relación, lo cual inevitablemente volverá a nosotros en forma de más tensión, distancia o incomodidad.
Si llega tu Chewbacca (moustro que no sabe expresarse bien) y le echas a la Fiona (la fea y regañona) ¿Cuál crees que será el cuento del día?
Por el contrario, si elegimos responder con paciencia, comprensión y amor, con nuestra mejor versión, incluso en medio de dificultades, esa energía positiva eventualmente regresará, fortaleciendo el vínculo y creando un ambiente más sano y amoroso. Incluso estaríamos hablande de un auto control y del amor propio que te tienes a ti misma, porque no dejas de ser tú por alguien mas, ¿Lo cachas?
Tener claro el efecto boomerang en la relación de pareja implica comprender que nuestras acciones tienen el poder de influir profundamente en el otro y en la calidad del amor compartido. Cuando dejamos de actuar como una reacción automática a los errores o actitudes de nuestra pareja y, en su lugar, elegimos responder desde el amor, la empatía y el respeto, estamos sembrando las semillas para una relación duradera, basada en la compasión y la generosidad mutua.
Esto no significa ignorar los problemas o fingir que todo está bien, sino abordar las situaciones con una actitud consciente, donde nuestras respuestas reflejan quiénes somos y lo que valoramos en la relación, más allá de las circunstancias del momento. El amor auténtico no depende de una perfección mutua, sino de una elección constante de tratarnos con amabilidad y respeto, incluso en los días difíciles.
Ya sabes que nada dejamos en teoría, así que a la practica y a poner a prueba el efecto boomerang, ¡Será poderoso darte cuenta de este poder en ti!
Ejercicio práctico en la relación de pareja
Este mismo ejercicio que puedes hacer en una cafetería, también lo puedes aplicar en tu relación de pareja. Dedica un día a ser intencionalmente consciente de cómo actúas y cómo eliges responder a tu pareja, sin importar lo que suceda. Sigue estos pasos: (no le comentes nada a tu pareja)
Comienza el día con una actitud positiva y amorosa. Sin esperar nada a cambio, haz algo pequeño pero significativo por tu pareja, ya sea preparándole un café, enviando un mensaje cariñoso, o simplemente escuchando atentamente cuando te hable. Recuerda que él no sabe nada de tus intenciones ¡eh!
Presta atención a cómo respondes cuando algo no sale como esperabas. Si surge un desacuerdo o tu pareja tiene un mal día, elige conscientemente cómo reaccionar. ¿Reaccionas desde el malestar o desde la paciencia? ¿Lanzas un boomerang de comprensión o de reproche? Este paso a veces no es fácil, si ves que se te complica avísame y te puedo dar una técnica que te ayude (envíame un mensaje a mi whatsapp AQUÍ)
Observa cómo tu actitud impacta el ambiente de la relación. A lo largo del día, reflexiona sobre cómo tus gestos y palabras están influyendo en la energía entre ustedes. Es probable que notes que, al ofrecer amor y amabilidad, incluso en los momentos difíciles, recibes una respuesta más cálida y comprensiva.
Este ejercicio no solo te permitirá experimentar el efecto boomerang en tiempo real, sino que también te ayudará a cambiar la mentalidad de "me tratan mal, entonces yo trataré mal" por una más proactiva, en la que te haces responsable de la energía que traes a la relación.
En última instancia, el efecto boomerang nos recuerda que el amor y el respeto que damos en nuestra relación de pareja es una elección consciente, y lo que lanzamos siempre regresará a nosotros. Por eso, es esencial actuar desde el lugar de quienes realmente somos, cultivando con nuestras acciones y palabras la relación que deseamos vivir.
A veces pasamos tanto tiempo con la tendencia de "te trato como me tratas" que puede complicarse el cambio, te recomiendo lleves a cabo los 30 días de la guía que diseñé y escribí en el libro
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Te invito a poner en práctica este principio hoy mismo. Reflexiona sobre cómo estás tratando a las personas en tu vida, especialmente a tu pareja, y elige conscientemente dar lo mejor de ti. Lanza gestos de amabilidad, comprensión y amor, sin importar cómo te traten los demás, y observa cómo esa energía positiva regresa a ti de maneras sorprendentes.
Recuerda: no eres una reacción a lo que sucede a tu alrededor; eres una fuente de energía y acción consciente. ¿Qué tipo de boomerang elegirás lanzar hoy?
De corazón a corazón
