Es común escuchar que, cuando una pareja discute, las conversaciones giren en torno a lo que “el otro hizo mal.” Incluso cuando se trata de la infidelidad, pareciera que etiquetar a uno de los dos como el “culpable” es el camino más fácil. Y sí, se suele señalar al infiel, como si el acto fuera un reflejo malvado de su carácter. Pero, ¿qué pasaría si en lugar de enfocarnos solo en la culpa, decidiéramos ver más allá?
Si estás leyendo esto, quiero invitarte a mirar más profundo. La infidelidad no es el simple resultado de un error aislado, sino muchas veces una señal de dolor no resuelto dentro de la relación. Quien busca amor fuera del matrimonio, no lo hace para dañar, sino porque está intentando llenar un vacío emocional, una necesidad de ser visto, apreciado y amado que no se ha logrado dentro de la relación.
Es fácil caer en la tentación de juzgar, de poner etiquetas o culpar al otro. Más Allá de la Culpa: Entendiendo la Infidelidad en la relación en la pareja es preguntarnos ¿qué sucede si en lugar de acusar, decidimos escuchar? ¿Qué sucede si en vez de centrarte en lo que tu pareja hizo, decides poner atención en lo que ambos necesitan? Tu pareja puede haber confesado que la infidelidad fue una respuesta a los problemas que enfrentaban juntos.
No ignores esa confesión. Quizá no sabe cómo expresarse sin que suene a reproche, o que te esté culpando, pero si logras ver más allá de las palabras, encontrarás el verdadero sentimiento detrás de sus acciones y podrás contribuir a que la infidelidad sea cada vez menos probable.
Quien se siente escuchado, se siente amado. ¡Asegúrate de saber escuchar a tu pareja!
Es clave entender esto: no basta con decirle a tu pareja que la amas. Debes asegurarte de que ella realmente se sienta amada. A veces pensamos que nuestras acciones son suficientes, pero para el otro puede no serlo. El amor no solo se trata de expresar palabras, sino de comprender cómo el otro necesita ser amado.
Si estás en medio de una situación como esta, no te apresures a perdonar por tus hijos, o por las apariencias. Perdonen por ustedes mismos, por la relación, por los sueños que alguna vez compartieron. Date la oportunidad de sanar esas heridas que tal vez ambos llevan cargando desde hace tiempo. Perdónate también a ti por las expectativas que no se cumplieron, por no haber visto antes las señales de que algo andaba mal.
Cuando logres trabajar en ti mismo y sanar las heridas que también has cargado, estarás mejor preparado para ayudar a tu pareja a sanar. Solo así podrán empezar a reconstruir y crear una nueva versión de su relación, una basada en la comprensión, el respeto y el amor que ambos necesitan.
La infidelidad no tiene que ser el fin, hay que ir Más Allá de la Culpa: Entendiendo la Infidelidad en la relación de pareja
Es, en muchos casos, una llamada de atención para que ambos reconozcan que no se han amado como el otro lo necesita. Es una oportunidad para hacer los cambios necesarios y vivir la plenitud que alguna vez soñaron juntos. Como pareja, pueden despertar esas Gracias Divinas que, en todo matrimonio, están presentes si deciden trabajar en ello.
Si te has sentido identificado o te ha tocado vivir una situación similar, te invito a que reflexiones sobre este tema y me cuentes tu historia. Puedes leer más sobre cómo sanar estas heridas en los siguientes enlaces:
Algo que sucede siempre en las parejas cuando se da un episodio de infidelidad es que se culpan en lugar de buscar soluciones. ¿Has escuchado del efecto boomerang? La próxima semana escribiré el artículo de la semana sobre este tema, te darás cuenta que la infidelidad no comenzó donde lo ves ahora...
Recuerda que no estás sola en este camino. Te invito a seguirme en las redes y comentar tus dudas.
Juntas, podemos transformar tu relación y construir una nueva historia llena de amor y plenitud.
Esta semana te invito a hacer un ejercicio poderoso de conexión con tu pareja.
El reto es simple pero profundo: dedica al menos 30 minutos al día a escuchar a tu pareja sin interrupciones ni juicios. Aquí te dejo los pasos:
Busca un momento de calma en el día donde puedan estar a solas, sin distracciones. Apaguen los teléfonos, televisión y cualquier otra cosa que pueda interferir. Dile a tu pareja que te regale solo 30 minutos.
Invita a tu pareja a compartir cómo se ha sentido esta semana, qué ha estado viviendo emocionalmente, sin temor a ser juzgada. Escucha con atención, sin interrumpir ni ofrecer soluciones. Solo escucha.
Valida sus emociones. En lugar de responder con una solución o justificación, simplemente repite lo que escuchaste: "Entiendo que te has sentido..." Esto ayudará a que se sienta comprendida y valorada.
Haz preguntas abiertas, como: "¿Cómo crees que (ésto) puede mejorar?" o "¿Qué podemos hacer juntos para que te sientas mejor?" Esto abrirá el diálogo hacia soluciones conjuntas, en lugar de enfocarse en culpas.
Agradece la vulnerabilidad de tu pareja al final de la conversación, reconociendo el valor que tiene para ti compartir esos sentimientos. ¡Hay que ser valientes para compartir lo que sentimos sin miedo! Eso reconócelo a tu pareja.
El objetivo de este reto es fortalecer la conexión emocional y mejorar la ESCUCHA en la relación.
Recuerda: no se trata de tener la razón, sino de crear un espacio seguro donde ambos se sientan escuchados y valorados.
Cuéntame cómo te fue al final de la semana y qué descubriste sobre ti y tu pareja a través de este reto. ¡Estoy segura de que este ejercicio fortalecerá su relación!
De corazón a corazón,
