Resiliencia en el Hogar: Lecciones de María y María Magdalena

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Una vez que Jesús muere, el sufrimiento compartido por María, madre de Jesús, y María Magdalena, quienes enfrentaron desafíos profundos y encontraron su consuelo en la fe y recuerdos sobre lo que Jesús les dejó cuando estuvo en cuerpo con ellas.

Para las mujeres, estas lecciones son fundamentales en la vida cotidiana. Son actitudes que no podemos pasar desapercibidas, son muy senadoras y poco se habla de ellas.

A través de la empatía, la perseverancia, el cuidado propio, el apoyo comunitario y la esperanza en el futuro, las mujeres pueden cultivar la resiliencia en el hogar, encontrando fortaleza y consuelo incluso en los momentos más difíciles.

Para ambas Marías, la ausencia de su Hijo y de su Rabonni (Maestro) representó un período de duelo, incertidumbre y espera. Sin embargo, incluso en medio de la oscuridad, su fe y devoción las mantuvieron firmes, preparando el camino para el milagro de la resurrección que vendría al día siguiente. No dudaron h eso las mantuvo firmes durante el sufrimiento que era inevitable.

Es en ellas, en esta ocasión ya que Jesús estaba en su proceso de purificación y no sabían nada de Él, que nos recuerda la realidad del dolor y la pérdida en nuestras propias vidas, pero también nos ofrecen un ejemplo de perseverancia y fe en medio de la adversidad. A través de su ejemplo, podemos encontrar consuelo y esperanza en los momentos más difíciles, confiando en que la luz siempre sigue a la oscuridad. Es la luz de poder decir:

Eso que hoy vives, va a pasar

Pero veamos cómo en la vida cotidiana de una mujer podemos aplicarlo:

Empatía y apoyo:

Es muy importante reconocer y validar los momentos de sufrimiento y dolor tanto en una misma como en los seres queridos.

Perseveranciar en la fe:

Saber esperar y no dudar, confiar en las cualidades y talentos propios y de quienes integran tu familia.

Las Marías, esperaron con fe el cumplimiento de la promesa de la resurrección, igual puedes encontrar fuerza en tu fe para superar los desafíos diarios y encontrar consuelo en tiempos de dificultad.

Cuidado propio:

Reconocer la importancia de cuidarse a sí misma física, emocional y espiritualmente, especialmente durante períodos de sufrimiento y estrés.

Aprender a ponerte la mascarilla de oxígeno, saber descansar cuando te sientes agotada por ejemplo.

Trabajar en tu autoestima para descubrir uno a uno tus talentos y cualidades y darte cuenta de tu propio valor como mujer.

Si quieres puedes realizar el CAMINO DE LA AUTOESTIMA que prepare como un curso gratuito (accede en la

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Comunidad como apoyo:

Buscar el apoyo de la comunidad y de aquellos que nos rodean, ya sea amigos, familiares o personas que trabajamos por construir “el sueño de Dios”.

¿Ya sigues lo que publico en las redes sociales? Son un apoyo diario para continuar diciendo si a tu relación de pareja y familia

Esperanza del futuro:

Mantener la esperanza en un futuro mejor, recordando que el sufrimiento es temporal y que hay luz al final del túnel.

No hay nada más tranquilizados que saber y no dudar que lo que se vive VA A PASAR y encontrar consuelo en la certeza de que el amor y la gracia de Dios están presentes incluso en los momentos más oscuros de la vida cotidiana

¡No estás sola!

¡Gracias por ser parte de esta cadena de apoyo y crecimiento!

Karla Maldonado C
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